Mirada Dual
Te quedas en el
reflejo de tu ser, lo aprecias, solo miras y sonríes. Es todo confuso, veo tu mirada perdida, escucho ruidos
incomprensibles dando vueltas en tu cabeza. Cada una de esas voces es un
paisaje en tu alma que compone tu ser, te vuelves sobre ti mismo en un giro en
espiral hacia abismos insondables de tus alucinaciones infantes. ¿Estás feliz
con eso? Giras en ti mismo y en el vértigo de tu mirada se escapa una mueca delirante.
Pasa el rostro de tu madre colgando ropa en un perchero, la mano de tu padre acercándote
un dulce al llegar del trabajo, los temblores de tus manos al recibir una mala calificación
en la escuela, la sensación de libertad en el trazo de un cuerpo mutilado, del árbol
infinito y el hombre de las sombras. Son estas mismas manos con las que cuentas
los segundos en un movimiento convulsivo, las que diseñaron las dimensiones de tu
propio paraíso. Allí habitas apreciando tu último segundo, tu último respiro
perpetuado en la ensoñación etérea de una voz ajena que te narra los horizontes
de tu vida. Así es nuestro destino, viviremos en el último segundo de tu creación,
atrapado en la ilusión de otredad, hundidos en el reflejo de una mirada
ensimismada. Nunca sabrás que hay más allá de estas ilusiones, aunque no creo
que te importe, pues en tu mirar somos niño una vez más, nos enamoramos y abrazamos
al ser amado, y dejamos caer de las pupilas grises el universo del útero
materno, en el que nacemos cuál dicha y cuál castigo. En este instante eres
feliz, atrapado en tu mirar el alma que se escapa de sí para renacer una y otra
vez en un giro incesante que me hace feliz, y me gusta verte feliz, no importa
que solo gires y gires si aún estas sonriendo.
Autor dibujo: Carozo Irarrázabal
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