Las sombras de las palabras de una conversación

No hay comienzo al camino que recorro en este palmo, siempre es un mismo pasaje que retoma el paso cansado al mirar hacia atrás y no reconocer nada. Se agotan las palabras al girar el rostro, nunca estuvieron ahí, se marcharon mancharon marchitaron en la mirada…

Y ahí se empozan los girones, expandiendo diluyendo atrayendo a sí de lento a nada y de poco agotarse fundirse en el reflejo cálido… (respiro…), distante, pues no se trata de sí ni de mí ni de nadie…

Sólo el gesto ante la declaración (mutismo…), pues nada queda por callar más que el silencio mismo: Despojado de toda palabra, de toda belleza, de toda expresión, en el parto partido parido parasitario que cae sin nacer del ojo oculto, mira irse y encontrarse sin que el dolor agobiante pueda calmar ni despojarle de sus penas… el espanto es inevitable (conclusiva...)

"no hay lluvia que pueda detener un río"




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