Sonetos Desconocidos

Sonetos de maldad concebida, en esta noche, donde el tiempo vuela en el silencio de mi ser. Mañana será un día donde amanezca entre las sombras y susurre pasivamente el fin que espero. No se qué decir, tengo la vida detrás de los espejos, y nunca me veo realmente. Las puertas que se abren y se cierran a portazos, el viento que gime y la luz escasa que muestra la ridícula realidad. Diré lo que siempre digo y luego desapareceré en sonetos de mí ser. Este momento dedicado a un instante, en un segundo de alguien desconocido:


"El pórtico en luz de ocaso, y mi ser callado. Soy admirador del sonido que no cesa, de las hojas que caen y de las cosas que nunca suceden y son siempre esperadas. El cielo rojo de atardecer, desangrándose lentamente ante la presencia romántica de mis anhelos confusos. En palabras expreso mi fascinación por el momento muerto que presencio ahora y ahora y ahora. Veo al árbol seco, en medio de mi jardín floreado, el cerezo que apenas entrega flores y las que da, se las lleva el viento, sin que nadie las aprecie antes. Y ¿yo?, el observador de las bellezas efímeras, que se encuentra atrapado en los sentimientos desvividos, bajo este pórtico de luz escasa. Donde el tiempo no transcurre realmente y se vive en miradas a seres que pierden su vida en el viento, como los pétalos del gran árbol marchito en el jardín de mi vida”.


Y entonces ¿Qué me queda? más que crear el cielo de los desdichados en sus segundos breves antes de percibir el inexorable silencio de sus noches solitarias. Me queda el repetir mis frases una y otra vez, para decirnos adiós de forma lamentable, por no tener aun el final que esperan y solo quedarme en luz de ocaso, pensando en la siguiente palabra... en el siguiente abandono, en la siguiente desdicha...

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