Luces atemporales


Muere el sol al nacer la pena, 
que en mis venas malditas, emponzoñada en ella, 
desgaja el cielo para recorrerlo en vela.



Luz uno 

"El día amanece insomne, con un latido ahogado que ante mi triste estrago despilfarra compasión...

Cristalino en mí andar, no tardan los nubarrones en soltar algunos lamentos. Veo que se están marchando arrancadas cada una de un tajo...

Levantando la mirada para este ocaso, ya no sé lo que es, solo parece una ilusión. Los horizontes umbríos son cada vez más cercanos... ante mí el abismo, la voz quebrada se calla."

Luz dos


"Claridad sobre unos rostros aletargados, ante una tenue luz de un sol lejano y sinuoso. Aparece tan ligera como una sombra sobre la espalda. Se agita bajo el silencio, oscurece su hermosura detrás de unos mantos negros. Estos ojos que ven en su mañana el morir, se despedazan cual vitrales ante su paso de ensueño. Son como emociones constreñidas en el alma, que perecen ante la sonrisa de una brillante revelación. Mis palabras son solo flores que se enredan en sus cabellos opacos, como una liturgia funeraria que embellece su andar hacia el horizonte vacío del olvido.


Tanta belleza que duerme y vive en sus ojos; son los míos que llenos están de lágrimas."



(rediciones)


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