Bosquejo o autoretrato del instante
Por qué intento decir tanto esto, si veo que con el tiempo pasa un sentimiento tras otro y se pierden todos entre las hebras del viento, las siento como indignas pulsiones, mis ridículas expresiones. He vivido y escrito demasiadas mentiras, algunas mías otras no, que se siguen hasta el ahora de modo conciente pero indeterminado. Tanto he hablado que se me apolillan los pulmones por tragar el aire viciado de estas mismas tribulaciones, llenando con cicatrices las manos que tanto han escrito sin nunca poder alcanzar otro fin que la ilusión del mismo. Los espacios deberían estar en blanco, cada extensión de expresión donde existo y se elevan las cenizas de mi vida debería quedarse estáticos. Es esto el ahora y lo siento demasiado profundo: La nada . Cuando hablo de esta hablo de la vida, y es solo un ruido moribundo colapsando detrás y siempre detrás de unas temerosas imágenes, solo lo mismo una vez y otra vez cambiando de colores a un ritmo desconcertante. Son como voces, miles de ella